El poderoso don de la oración te lleva hoy a pedir protección y bendición para tus hijos y Dios Omnipotente, escucha con agrado que amas a tu familia y deseas de todo corazón lo mejor para ellos, que sean protegidos y las bendiciones del Señor sean derramadas abundantemente sobre todos. Dios otorga las bendiciones que pides, cuando lo haces con humildad y buscas la calidez de su poderoso abrazo, mediante la meditación y la reflexión diaria de la Palabra.
Oración por los hijos para protección y bendición
Amado Padre que estás en los cielos, poderoso Señor que todo lo sabe, conoces mi
tierno corazón, que se humilla ante Tu presencia para hacer esta plegaria
por mis queridos hijos.
Estos preciosos hijos que me has dado, para que cuide, crezcan, se fortalezcan
y vivan dignamente, son amados por mí y son tan valiosos que no hay joya
en el mundo con la que pueda comparar su precio.
Para estos mis queridos hijos pido hoy a Ti, la gran bendición de Tus manos,
para que tengan el amparo de tu protección por el día cuando salen del hogar,
cuando van por las calles de este mundo, rumbo a sus trabajos.
Protégelos para que vayan con sus mentes listas y atentas a recibir
instrucciones para la vida en sus escuelas.
Padre Santo permite que así como salieron del hogar, bajo Tu santa
protección, así mismo puedan volver y traer buenas nuevas
de experiencias y una jornada satisfactoria.
Padre Todopoderoso, derrama bendiciones sobre las cabezas de mis hijos
para que sepan aprovechar las buenas oportunidades de la vida,
bendícelos para que a cada paso que den agradezcan a Ti por todo lo
que tienen, que reconozcan Tu mano, en sus vidas.
Bendice a mis hijos Amado Señor, para que triunfen en contra de las
tentaciones, para que superen toda prueba y dificultad y que
estas les fortalezcan en espíritu.
Bendice a mis hijos Padre Eterno con salud y prosperidad, dales la oportunidad
de demostrarle al mundo que son fieles cristianos, viviendo Tu palabra.
Amén.
Para reflexionar
Tenemos la dicha de poder orar al Padre para pedir a favor de nuestros hijos, para que estos sean bendecidos y pedir por su protección, usemos este poderoso don para mantener una comunicación fluida y constante con nuestro Padre, no solo para pedir y agradecer, sino para mantener nuestro espíritu atento y preparado a recibir las enseñanzas inspiradoras que necesitemos para orientar a nuestras familias, ya que nosotros como padres también somos instrumento en las manos de Dios para construir su obra.