Nuestro hogar y negocio puede encontrarse limpio, hablando de pulcritud y aseo, de esta manera puede reinar la amenidad y armonía, pues donde hay orden puede morar el Espíritu Santo, sin embargo es importante recordar que el estar limpios no tiene solo que ver con lo físico o material, sino también con esa limpieza interior y esa libertad de hallarnos dignos y exentos de pecado. Por lo que, atraeremos a nuestras vidas, aquello que llevemos muy profundo en nuestros corazones.
Oración para limpiar la casa y negocio
Padre bendito, amoroso y protector en esta ocasión primeramente
quiero agradecerte por la fortuna con la que me bendices, al poder tener
un techo que me resguarde, donde criar a mis hijos y forjar a mi familia.
También debo agradecerte porque me has hecho próspero
en la Tierra y he logrado establecer este humilde negocio, te pido en
estos momentos especialmente para que continúes brindando
protección a mi hogar y a mi negocio.
Que tu amparo sea mi ley, no tema yo ante los enemigos
o las personas que codician mis bienes.
En cambio, vea en todos mis días la intervención de tu mano
poderosa.
Padre, mantén segura y libre de malas energías cada rincón de mi hogar
y mi negocio, permite que los ángeles resguarden a mis pequeños tesoros,
como lo son mis hijos. Que cada persona que entre a mi negocio, encuentre lo que vino
a buscar, le haya ofrecido un buen servicio, y vuelva a confiar en la calidad de mi
atención y productos.
Bendito Dios, elimina cualquier mala influencia que empañe la felicidad
que tengo de servir a otros en mi negocio, retira de mi camino piedras de
tropiezo, que cada paso que dé, sea basado en el amor de Cristo y
hacia mis semejantes, para siempre hacer el bien en donde quiera que esté.
Padre en ti confío, cólmame con tus bendiciones y amor,
Amén.
Para reflexionar
Los espacios de nuestra vivienda son sagrados para el Altísimo, honrémoslo con una vida de hogar en armonía y buenos tratos, bendecimos a nuestras familias cada vez que demostramos nuestro amor y respeto a cada uno de sus miembros. Mantengamos la protección de nuestro Padre sobre nuestras cabezas, al obrar con fe y buena voluntad. Así mismo, hará Él al proteger el negocio o emprendimiento que realizas como sostén principal para tu familia.